miércoles, 23 de septiembre de 2020

 José Luis Ysern envía este correo y me piden que lo difunda.


Amigas y amigos queridos de nuestro recordado Clan Estrella Polar, os recuerdo con mucho cariño, y por medio de María y Consuelo -con las que sigo manteniendo contacto frecuente- os mando este saludo. Por estas mismas amigas he sabido que tuvisteis la genial intención  de celebrar en Arroyo el 50 aniversario de aquel encuentro que fue de verdad un verano memorable; con razón quisisteis recordarlo, pero la pandemia os impidió la reunión programada.

Aquel campamento, si no recuerdo mal, tuvo varias etapas: desde Arroyo pasamos a Oña donde trabajamos entusiastas y felices en las tareas que nos encomendó el cura (¿Agustín?), tanto en el monasterio como en el altar de Tamayo, y después -vuelvo a repetir: si es que la memoria no me falla- algunos tomasteis el para mí nostálgico tren Santander - Mediterráneo para regresar a Madrid vía Burgos, mientras un resto regresamos a Arroyo y nos dimos algún turisteo por Ojo Guareña. Corregidme si mi relato no coincide con los hechos históricos y su cronología. 

Para mí el tiempo que compartí con vosotros en aquella temporada de estudio en Madrid fue algo inolvidable. Hoy, a las puertas de cumplir mis 86 años, recuerdo aquellos tiempos a vuestro lado como una verdadera fortuna en la experiencia de mi vida. Compartí a vuestro lado muchos gozos y esperanzas, ilusiones y anhelos de justicia social, equidad, libertad para los pueblos de cualquier geografía y lugar. Erais jóvenes llenos de iniciativas y de buenas ideas para la construcción de un mundo mejor. 

Doy gracias a Dios por aquellos momentos, por haberos conocido, por el privilegio de haber compartido con todos vosotros, por todo lo aprendido a vuestro lado. Algunos de nuestro grupo ya partieron y guardamos de ellos el mejor de los recuerdos y enorme gratitud. Muchos todavía seguimos en pie -con más o menos percances- pero estoy seguro de que conserváis aquel mismo espíritu de renovación y de un imperecible anhelo por lograr un mundo mejor. Al cumplir los 50 años de aquella experiencia solo quiero daros las gracias, y desde este Chile tan convulso por tantos motivos, ofreceros un sincero y emocionado abrazo a cada una y a cada uno de vosotros. Amigas y amigos míos, muchas gracias.

José Luis - Clan Estrella Polar
José Luis Ysern de Arce
Obispado de Chillán - Chile